viernes, abril 25, 2014

La inmolación (PII)

Los rayos del sol de la vieja plaza le calentaron y dándole un fulgor momentáneo. Observó las rosas, los pájaros e incluso jugueteó con sus manos sobre la cabellera de un perro, algo increíble para quienes lo conocimos. “De niño, uno se me lanzó encima; era amarillo y grande. Si eso no basta para que surja un trastorno, no sé qué será”. Saludó a un par de ancianos y entró a la iglesia...

Los vitrales coloreados le pusieron melancólico; recordó entonces ese viejo disco que en su caratula poseía una virgen sosteniendo una flor, con sangre en la boca y el vitral gótico; simplemente le encantaba mencionarlo: “Si, esa caratula es perfecta; es una mezcla de todo lo ecléctico, una virgen, una iglesia y sangre para ambientar rock, es perfecto”

Sintió el olor a polvo de los santos y se postró frente a ellos; fue entonces cuando lo vi. Me acerqué y en silencio lo observé, él notó mi presencia pero permaneció inmutable.

Hoy es el día ¿Verdad? Pregunté con calma y angustia.

Él asintió con la sonrisa.

Ya era hora. Me dijo.

Y, ¿has pensado en ella? Estrujé mi mano contra mi pecho buscando el papel encomendado.

A cada minuto, a cada hora, a cada noche. Creo que por ello debo hacerlo también.

Luego volvió el silencio; largo. El campanario anunció las 11:30. Entregue la carta sin mediar palabras y mientras cruzaba el umbral, me retuvo. “Gracias amigo, ya sabes dónde”

Luis partió entonces a la tarde borrascosa, la lluvia se había desatado con premura mientras hablábamos.  Se mojó las piernas y la bota del pantalón; lo disfrutó tanto que no quiso cambiarse las ropas. De nuevo en su casa, empezó a guardar sus memorias, golpeaba una y otra vez las teclas de la máquina de escribir, hasta que la mano no respondió “Vejez tan perra” solía decirnos a todos. Aunque su madre, la doña siempre lo recordaba como su bebe.

Marcó el reloj entonces la hora nona y sacó la botella de Whiskey, el líquido amarillento le quemó la garganta y le recordó que su astenia le acentuaba los sabores a grano. “Por Baco” Solía brindar cada vez que tenía un tragó en la mano. Aquella vez, brindó pero de manera distinta: “Por la muerte” y de un tiro dejo el vaso en blanco.

Las horas siguientes fueron confusas; mareado, con ganas de vomitar, observando en la nada a sus seres queridos; haciendo el amor con ella y su recuerdo. Luego cayó tendido en medio de su extraña borrachera. Por mi parte, lejos de allí; hasta que marcaron las siete hice mi trabajo a medias, me distraía con todo; con la luz, con el aire, con el recuerdo de Luis.

Siete y diez; la noche obscura de Medellín se ve tersa por las pequeñas luces titilantes de las casas. Allí estoy yo observándolo. Luis está tranquilo y tiene halito a alcohol. Se aproxima y me entrega un pequeño paquete. El frío es atroz pero ninguno lleva algo más que las ropas del día. Es como si una llama, inmoladora se levantase de nuestros viejos corazones.

Las ocho, no ha mediado palabras y se para al borde de la azotea. Mira hacia abajo y siento su miedo; siento que la ve, que se ve; siento que quiere arrepentirse pero no puede. Entonces, súbito toma una bocanada de aire que parece cortar la respiración del mundo y cae, vuela, danza en el aire como en los valses de Chaikovski.

El frío me paraliza entonces y con pequeños pasos, trémulos logro ver su cuerpo estrellado a metros de distancia. Me palpita el corazón y logro entrar en razón; mi amigo se ha suicidado, por amor, por odio, por lo que sea pero lo hizo, esta sonriente esperando a su chica para bailar de nuevo en el paradero del bus, para mirar las estrellas, para darle un abrazo, para decirle que la ama como a nada en el mundo, para embriagarse con su olor.

Mi corazón empieza a apagarse mientras leo aquellas memorias y me dejo tentar con esas ideas; la muerte me roza aunque ella sabe que me tendrá en el futuro porque ahora no hay quien pueda escribir las ultimas notas de mi ser, como lo hice con Luis.

Llega la media noche… y allí esta ella. Aunque sabe que no lo volverá a ver jamás.


Siento que le tranquiliza, en su tristeza; saber que su amor descansa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La opinion es libre, no presiones, no censuras y si agradecimientos. Tu comentario es valioso (xD) para nosotros: