"Me canse de divagar...
de ir de un lado a otro sin sentido,
me canse de pensar en el sin sentido de vivir,
me canse de marchar...
Hoy, me tumbe en una cornisa...
en la esquina del silencio,
bajo el manto azulado
y poco estrellado,
sobre mi la luna; a mi alrededor
el mundo...
El mundo pasa estridente,
se ríe, llora, se carcome,
se ponzoña a si mismo...
El mundo ama, vive y muere,
el mundo va y viene,
no se distrae; en cambio
se sincroniza.
El mundo me grita,
me susurro, me empuja, me atrae,
me amenaza...
Y yo continuo en la cornisa.
Cuando estoy por abstraerme,
aparece entre la multitud una chica,
una chica de ojos cafés y boca grana,
la veo pasearse, subir y bajar.
Ella me ignora de momento
y marcha;
cruza su vista con la mía en la lejanía...
La sigo y me alejo de la esquina,
me interno al mundo,
me contamino de este
y justo cuando la tengo a mi alcance;
cuando su olor me embriaga,
cuando su respiración me ahoga...
se esfuma...
Así, comprendo duramente,
que vivo con esa mujer de ojos cafés,
que vivo por esa mujer de ojos cafés
y que muero cada vez que te observo,
desde la esquina; desde el mundo...
mujer de ojos cafés"
Att: Lunther....
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